martes, 24 de noviembre de 2015

Curiosidades y Anécdotas de Julio Cortàzar


Mi nacimiento (en Bruselas) fue un producto del turismo y la diplomacia", así describió Julio Cortázar su nacimiento el 26 de agosto de 1914, porque su padre era funcionario de la embajada de argentina en Bélgica.
Hasta los cuatro años residió en Europa; después, sus padres -que eran argentinos- decidieron regresar a su país.
Desde pequeño, Cortázar vivió entre libros pues, debido a que tuvo una salud un poco delicada, pasó mucho tiempo en cama.
Alguna vez, diría: "Pasé mi infancia en una bruma de duendes, de elfos, con un sentido del espacio y del tiempo diferente al de los demás".
En medio de múltiples trabajos y viajes, Cortázar escribió una gran cantidad de cuentos, novelas, ensayos, poemas (o pameos y meopas) y prosa poética.
Entre sus obras más conocidas están Historias de Cronopios y Famas, Rayuela, El final del Juego, 62 modelo para armar, El último round, La vuelta al día en 80 mundos, entre otras.
Ahora, en honor a este cronopio que vino a darle la vuelta a las letras y a enseñar que también se puede jugar en la literatura, Sexenio te presenta las seis cosas que no sabías de Julio Cortázar:
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-Cortázar comenzó a escribir a los ocho años; contó que "con una novela que guarda celosamente (mi madre) a pesar de mis desesperadas tentativas por quemarla".
Incluso, un pariente descubrió algunos poemas suyos y le comentó a su madre que "evidentemente esos poemas no eran suyos”, lo que le provocó una gran tristeza a Julio.
-Era fanático del boxeo y del jazz. Muchas de sus novelas y cuentos tocan el tema de este género musical (El Perseguidor), y del boxeo (Final del juego).
Un tiempo fue comentarista de box, pero lo despidieron porque se emocionó tanto (en sus propias palabras) que no se le entendía y a los directores del programa radiofónico no les hizo ninguna gracia. Respecto a la escritura, decía que una novela debía ganar por rings y el cuento por knockout.
-Estaba en contra de algunas cosas en la literatura: la solemnidad y la literatura "peluda" (en relación con el erotismo); además de las erratas en los libros.
Por ello, decía "como si Cervantes hubiera sido solemne"; mientras que respecto a la literatura erótica, consideraba que los cuentos Tu más profunda piel y La señorita Cora eran textos suyos que cristalizaban un poco esa idea, pues dice: "en toda mi obra no he sido capaz de escribir ni una sola vez la palabra concha, que por lo menos en dos ocasiones me hizo más falta que los cigarrillos".
-En cambio, le fascinaba el juego, lo lúdico. A lo largo de toda su obra puede encontrarse el juego. Una de las obras más reconocidas suyas, Rayuela, revela este gusto: desde el nombre hasta los capítulos que pueden leerse de muchísimas maneras.
También en la poesía, pues a veces jugaba con sus versos, que recortaba y quedaban en "papelitos" que pegaba (casi) al azar, con el objetivo de que el lector también jugara y surgieran cientos de combinaciones.
-Julio nunca dejó de crecer -literalmente-. Toda su vida creció y era muy alto; además de que envejecía muy lento.
Una anécdota que Carlos Fuentes cuenta es que, cuando fue a visitar a Cortázar, le abrió la puerta un "muchacho" que parecía de veintitantos años, Fuentes le dijo que iba a "ver a su papá (Julio, que era quien abría la puerta)". En ese entonces,Cortázar tenía 50 años.

-Debido a los lugares donde vivió en los primeros años de su vida, Julio (llamado por algunos Gran Cronopio, en referencia a su libro Historias de Cronopios y Famas) no podía pronunciar la  del castellano, sino que hablaba con una  gutural francesa.

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